Socialización del perrito pug

Socialización del perrito pug


El periodo de socialización es uno de los más importantes en el desarrollo de un perro. Cuando nos referimos a socialización hablamos del periodo en el que el cachorro aprende a relacionarse con otros animales y personas y comienza a descubrir el mundo más allá de su madre y sus hermanos.  Aunque el perro sigue aprendiendo y socializándose durante toda su vida este periodo es más intenso y decisorio.

Así pues, nuestro perrito pug tendrá que vivir un buen periodo de socialización para que sea un adulto equilibrado y feliz. Las claves de este periodo son las posibilidades de experimentación y correr muchas aventuras, eso sí, sin riesgo y sin saturarlos.

Para que no corran ese riesgo estaremos nosotros controlando cómo juegan con los demás perros, que suban y bajen escaleras que no sean peligrosas o que no se acerquen demasiado a la piscina ya que no es bueno que sufran experiencias negativas que les puedan causar traumas a la larga.

Es positivo que vean, jueguen y olisqueen a perros de todas las razas, colores y tamaños. Esto les hará naturalizarlos y aceptarlos desde peques y no serán adultos ladradores (aunque los pugs no suelen ser muy ladradores) que nos amarguen cada paseo. Por supuesto siempre hay que controlar con quien juegan y asegurarnos de que no corren riesgo. Un problema para esto puede ser que nuestro cachorrito pug no tenga aún todas las vacunas recomendadas y que por lo tanto no podamos sacarlo a la calle a que se relacione con otros perros. En este caso siempre contaremos con algún perro amigo de confianza que sepamos que está en estupendo estado de salud y con todas sus vacunas en regla para que pueda venir a casa a jugar con el cachorrín. Además aunque no podamos sacarlo a la calle a pasear podremos hacerlo en brazos para que se vaya acostumbrando a los ruidos, etc.

Por otro lado está la relación con personas ajenas al núcleo familiar. Lo ideal es que nuestro pug conozca desde pequeño al mayor número posible de personas fuera del núcleo, tanto fuera de casa como dentro. Esto le ayudará a aprender a compartir su territorio y dar normalidad a que las personas entren y salgan de casa sin ningún problema.

La relación y aceptación de otras mascotas u animales de compañía dependerán en gran medida de si viven en casa o no. Es difícil que nuestro pug se acostumbre a los gatos si nosotros no tenemos uno.

En definitiva, como ocurre con nosotros mismos, si nuestro cachorro pug se enfrenta a retos desde pequeño y va aprendiendo poco a poco, de adulto será un perro más equilibrado y feliz porque tendrá menos miedos.

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